8 de noviembre, 2020

Frías, la ciudad más pequeña del mundo

Enrique del Rivero

Enrique del Rivero 8 de noviembre, 2020 · 3 minutos

La ciudad de Frías es un atractivo núcleo de sabor medieval, encaramado en una abrupta plataforma de toba, que aparece presidido por la silueta de un altivo y original castillo. Si a esto se le añade el inigualable frente formado por sus casas colgadas sobre el precipicio, los restos de sus numerosos edificios religiosos y la huella de su antigua judería, nos encontramos ante uno de los más hermosos panoramas que hoy en día se pueden contemplar en España.

Surgida en la primera época de la repoblación castellana, su nombre ya se citaba en el año 867. Frías disfrutó de un generoso fuero real otorgado en 1202 por el rey Alfonso VIII de Castilla hasta que el 12 de marzo de 1435 Juan II le concede el título de “ciudad” un honor que nunca ha perdido. Sin embargo, pocos años después cambia la ciudad por Peñafiel a Pedro Fernández de Velasco. Tal hecho provocó el levantamiento de la población. A pesar de la resistencia de sus habitantes, que sólo pudieron ser sometidos tras largo asedio, Frías se convirtió en un importante lugar de señorío. En 1446, Juan II la donó a la poderosa familia de los Velasco que llegarán a desempeñar un influyente papel como “Condestables de Castilla”. Posteriormente los Reyes Católicos crearon el ducado de Frías. También durante el reinado de estos monarcas desapareció su poblada judería.

Tan densa y centenaria historia ha favorecido el desarrollo de un importante conjunto arquitectónico y artístico. El trazado del núcleo urbano conserva un aire típicamente medieval que se ve reforzado por la silueta de un castillo levantado sobre una inverosímil atalaya rocosa. La fortaleza, desde la que se goza de una inmejorable perspectiva de la ciudad y de casi todo el Valle de Tobalina, fue edificada entre los siglos XII y XV. En ella, además de una original torre del homenaje, se pueden contemplar unos bellos ventanales decorados con capiteles de estilo románico.

El fuerte desnivel existente en la plataforma sobre la que se asienta el caserío, conocida como La Muela, ha condicionado el trazado de las calles, el programa vertical de los edificios y un estético conjunto de casas colgantes que han sabido mantener unos entramados de madera con claro origen medieval.
En el extremo opuesto al castillo se localiza la iglesia de San Vicente de la que se expolió, en 1904, una interesante portada románica. Otros monumentos dignos de visitar son la iglesia de San Vitores y los conventos abandonados de San Francisco y Santa María del Vadillo.

Cómo llegar

Hay que tomar la A-1 con dirección a Irún. Tras pasar por Briviesca y a la altura de Santa María Ribarredonda es necesario desviarse por la N-232 con dirección a Santander. Cerca de Busto de Bureba se localiza el desvío que tras cruzar los Montes Obarenes por el Portillo de Busto, alcanza Frías a través del espectacular desfiladero de Tobera.

Más información: www.lasmerindades.es