6 de octubre, 2020

La Cartuja: cumbre del arte gótico final europeo

Enrique del Rivero

Enrique del Rivero 6 de octubre, 2020 · 4 minutos

La muy burgalesa Cartuja de Miraflores es un edificio gótico de finales del siglo XV. Lujoso panteón real financiado por Isabel la Católica fue obra de artistas de la talla de Juan y Simón de Colonia, Gil de Siloe y Pedro Berruguete

Una cartuja muy burgalesa

En 1401 el rey Enrique III erigió en el lugar de Miraflores, rodeado de espesos bosques de robles y quejigos, un palacio fortificado al que acudía a cazar. Su hijo Juan II entregó el palacio de Miraflores a la Orden de los Cartujos con la intención de convertirlo en monasterio y panteón real. Juan de Colonia inició en 1454 la construcción de esta obra maestra del gótico final. La iglesia se inauguró el año 1499.

Sobria iglesia

La iglesia de la cartuja de Miraflores presenta una alargada nave única dividida en una secuencia de cuatro espacios muy bien definidos. El primero reservado a los fieles, el siguiente a los hermanos legos, el tercero a los padres cartujos y el cuarto y último al presbiterio y altar. El templo trasluce el concepto espacial germánico, basado en la valoración de lo diáfano y con una gran amplitud y unidad interior que introdujo la saga de los Colonia en las construcciones del último gótico burgalés. Simón de Colonia completó a la muerte de su padre una iglesia que había sido concebida, además de cómo templo cartujo, como lujoso y llamativo panteón real. La personalidad de este arquitecto se descubre en los cairelados góticos que decoran los nervios de la bella y compleja bóveda que cubre el presbiterio.

Intencionalidad política e ideológica

Para hacerse una idea de la grandiosidad del templo que acoge en su cabecera varias obras irrepetibles del último gótico europeo, en especial el retablo mayor y los sepulcros reales, basta mencionar sus medidas interiores: 56,28 metros de longitud, 9,89 de anchura y 16 metros de altura desde el pavimento a la bóveda.
Con la colaboración de los más importantes arquitectos, escultores, pintores, doradores, entalladores y vidrieros de la época —Juan y Simón de Colonia, Gil de Siloé, Diego de la Cruz, Juan de Flandes, Pedro Berruguete, Martín Sánchez, Niclaes Rombouts…—, la monarquía castellana, personificada en la reina Isabel la Católica, había conseguido levantar un grandioso monumento con claro contenido ideológico y político.

Un retablo único

Cuando a finales de diciembre de 1499, Gil de Siloé dejó definitivamente asentado el retablo mayor de la cartuja de Miraflores, se completaba un espacio complejo y suntuoso que se convertiría en uno de los máximos puntos de referencia del último gótico europeo. El tema central de la original composición y del inusual contenido iconográfico del retablo giran en torno a la monumental Crucifixión que preside el conjunto.

Extraordinario conjunto funerario

Los sepulcros en alabastro de los reyes de Castilla, Juan II e Isabel de Portugal, y del infante Alfonso, ambos obra de Gil de Siloe, están situados en el centro de la cabecera de la iglesia de la cartuja, bajo el gran retablo decorado con el oro traído por Cristóbal Colón de su segundo viaje a América. Realizados entre 1489 y 1493 forman uno de los conjuntos funerarios más extraordinarios de toda la escultura gótica europea.

Museo Cartujo

Tras admirar el interior de la iglesia el recorrido continúa visitando una cuidada exposición permanente en la que se recrea la historia y la ascética vida de los cartujos burgaleses y el la que el protagonismo se lo lleva la magnífica Anunciación pintada por Pedro Berruguete hacia 1496.

Cómo llegar

Situada a las afueras de la ciudad, para llegar en coche hasta la Cartuja de Miraflores hay que enlazar por el Bulevar del Ferrocarril, diseñado por el prestigioso estudio de arquitectos Herzog & de Meuron, y seguir la carretera que enfila hacia el parque de Fuentes Blancas. Una buena idea es llegar caminado, en un poco más de una hora, desde el centro de la ciudad remontando el cuidado curso del río Arlanzón. 

Horarios

DE LUNES A SÁBADO
10:15 a 15:00 por la mañana
16:00 a 18:00 por la tarde
DOMINGO
11:00 a 15:00 por la mañana
16:00 a 18:00 por la tarde
CERRADO TODO EL DÍA
25 de diciembre, 1 y 6 de enero
CERRADO POR LA TARDE
24 y 31 de diciembre
Acudir con un mínimo de antelación de 30 minutos respecto de la hora de cierre.
La entrada es gratuita, pero se puede dejar un donativo o adquirir una guía impresa (1€) con toda la información para la visita.

Más información: www.cartuja.org