Enrique del Rivero 25 de enero, 2022 · 3 minutos
La jacobea villa burgalesa de Castrojeriz es un auténtico referente en el arte del tapiz ya que en su iglesia de San Juan conserva una singular colección de tapices flamencos, dedicados a ‘Las Artes Liberales’. Las seis grandes piezas fueron tejidas hacia 1654 en los talleres de Brujas sobre una serie de cartones del pintor flamenco Corneille Schutz, discípulo de Pedro Pablo Rubens.
A primera vista puede parecer extraño que en Castrojeriz se conserven seis tapices —faltan los dedicados a la Geometría y la Retórica— de la exclusiva serie de ‘Las Artes Liberales’ de Schutz que también se puede admirar en Roma, Milán o en la catedral de Zamora. La explicación está en que esta localidad burgalesa fue durante buena parte de los siglos XV y XVI un emporio comercial desde donde se controlaba buena parte de la exportación de lana castellana a los mercados del norte de Europa y la importación —aprovechando los tornaviajes— de las preciadas manufacturas flamencas.
Las familias castreñas de los Gallo, Castro Múxica, Hontaneda, Carrión, Brizuela, entre otras muchas, fueron las protagonistas de este comercio de ida y vuelta entre Castilla y Flandes. Un floreciente intercambio en el que se sentaron las bases de la posterior especialización de la extensa Corona de Castilla. Fue la más rentable e inteligente manera de aprovechar la pericia burgalesa en la producción y comercio de la lana de las ovejas merinas y el buen hacer de los artesanos flamencos, en especial de los tejedores de tapices en los centros textiles de Brujas y Bruselas
La mayoría de las compañías de exportación e importación gestionados por oriundos de Castrojeriz tenían oficinas y almacenes en las principales ciudades de Flandes. Desde lugares como la ciudad de Brujas los mercaderes castreños enviaron numerosas obras artísticas —pinturas, esculturas, ricas telas, y lujosos tapices— que dieron origen en Castilla a un innovador estilo conocido como hispanoflamenco.
Los seis tapices flamencos conservados en Castrojeriz están dedicados a las Artes Liberales. El más valioso de todos es el ‘Compendio y Apoteosis de Artes Liberales’ con escenas dedicadas a las ciencias del espíritu y la experiencia. El lema de la cartela hace referencia a que el dominio de las artes reduce la tendencia a las guerras. Los otros cinco tapices castreños, que cumplen su función decorativa y aislante del frío colgando de los muros de piedra de la iglesia de San Juan, están dedicados a la Filosofía, la Música, la Gramática, la Aritmética y la Astronomía.
Igual fue casualidad, pero los tapices de Castrojeriz fueron robados en 1980 por un famoso ladrón flamenco: Erik El Belga. El robo tuvo mucha repercusión internacional y puso a la Interpol tras la pista de las valiosas piezas y de la banda de ladrones. Muy pronto se localizaron tres de ellos en París, uno en Bélgica y, dos años más tarde, los restantes en Barcelona. El golpe de Castrojeriz supuso el final de la dilatada carrera delictiva de Erik El Belga que tanto daño había hecho al patrimonio artístico español.
De junio a septiembre: Abierta de martes a domingo de 10.00 a 14.00 h. y de 17.00 a 19.00 h.
De octubre a mayo: Suele estar cerrada y se puede preguntar por el guía en el teléfono: 606 291 882.
