La comarca del bajo Rudrón esconde uno de los más desconocidos tesoros de la arquitectura tradicional burgalesa. Se trata de las hornilleras: unas seculares estructuras de piedra en las que los vecinos instalaban sus colmenas.
Esta localidad burgalesa hace honor con creces a su apellido toponímico. El agua mana y rezuma en multitud de fuentes, surgencias y manantiales por los que brotan los acuíferos acumulados en los páramos circundantes. Y al final, en su empinado camino hacia el río Rudrón, dan forma a una sucesión…