1 de febrero, 2021

Peña Castillo, un castro en miniatura

Enrique del Rivero

Enrique del Rivero 1 de febrero, 2021 · 3 minutos

Frente al pueblo de Ordejón de Arriba, desgajada de la lora de La Ulaña y dentro de los límites del Geoparque de Las Loras se yergue la casi inaccesible atalaya de Peña Castillo. En la cima de este impresionante bastión de sólo 150 metros de diámetro, que queda protegido en todo su perímetro por un cortado natural de más de 20 metros de altura, se han localizado los restos de un castro prehistórico de la Primera Edad del Hierro y de un asentamiento de los cántabros. El lugar también está preñado de fantásticas leyendas sobre fabulosos tesoros escondidos. La más famosa trata de un enorme pellejo de piel de toro repleto de monedas de oro.

Peña Castillo es uno de los enclaves paisajísticos y arqueológicos más llamativos de toda la provincia de Burgos. Desde el punto de vista geomorfológico se trata de una especie de aislado testigo separado del ancho pasillo ortoclinal que rodea la Peña Ulaña. La base está formada por margas coniacenses y su remate es una cresta de compactas calizas santonienses. En realidad, se puede asegurar que Peña Castillo es una reproducción a menor escala de la estructura geológica de La Ulaña.

Estratégico castro

Las gentes prehistóricas que habitaron la comarca de Las Loras enseguida comprendieron que Peña Castillo ofrecía unas inmejorables condiciones como atalaya y punto defensivo. Por eso, 500 años antes de Cristo situaron en su inexpugnable cima un estratégico castro. La superficie habitable del bastión tiene solamente 150 metros de diámetro y aparece protegida en todo su perímetro por un cortado natural de más de 20 metros de altura. Esta espectacular acrópolis es totalmente inaccesible, por lo que no tuvo que contar con defensas artificiales, y su única entrada es un estrecho paso tajado entre las rocas.

Poblado cántabro

Los vestigios arqueológicos hallados en su superficie —una azuela, una hebilla de cinturón, una canica de piedra y varios fragmentos cerámicos— nos hablan de un antiguo poblado habitado por gentes de la Primera Edad del Hierro que, con posterioridad, en el período que se conoce como Segunda Edad del Hierro, sería ocupado por los cántabros. Lo más seguro es que fuese dependiente del cercano y mucho más grande oppidum de La Ulaña, que está considerado como el mayor castro prerromano de la península Ibérica.

Alfoz Alto Medieval

También existe constancia de su utilización defensiva por los visigodos y durante buena parte de la Alta Edad Media. Desde el año 978 hay testimonio documental del conocido como alfoz de Ordejón que tenía su centro neurálgico en la fortaleza erigida en la cima de Peña Castillo. Desde ese estratégico lugar se controlaba la alta cuenca del río Odra y las nueve aldeas aún existentes: Congosto, Fuencaliente de Puerta, Fuenteodra, Humada, Ordejón de Abajo, Ordejón de Arriba, Rebolledo de Traspeña, San Martín de Humada y Villamartín de Villadiego. El alfoz de Ordejón estaba rodeado por el territorio de los siguientes alfoces: Panizares, La Piedra, Villadiego, Treviño y Amaya.

Cómo llegar

Hay que salir de Burgos por la A-73 y tomar, en la salida de Villanueva de Argaño, la desviación hacia Villadiego. Desde allí seguir la BU-621 con dirección a Humada. Al llegar a la altura del pueblo de Ordejón de Arriba ya se divisa la inconfundible silueta de Peña Castillo. El sendero de acceso, no muy definido, parte de las inmediaciones del arruinado molino de Bernabé donde también se puede aparcar.