Enrique del Rivero 22 de julio, 2020 · 1 minutos
Todos sabemos que la música hace milagros y uno muy hermoso sucedió el otro día en la Catedral de Burgos. El gran violagambista y musicólogo Jordi Savall, acompañado de los integrantes de La Capella Reial de Catalunya y Hespèrion XXI, consiguió con su interpretación del Códex de Las Huelgas que los músicos esculpidos en la portada del Sarmental cobrasen vida.
Mientras el eco de las embriagadoras composiciones creadas por las monjas del cenobio cisterciense a finales del siglo XII fluía por las naves del templo, los músicos de piedra se fueron despertando uno a uno de su largo sueño de casi 800 años. De pronto comenzaron a sonar de nuevo la rota, el organistrum, la cedra, la vihuela, el cuerno, la cornamusa, la flauta de pico y el órgano portativo.
La sorpresa fue de tal calibre entre los asistentes que el propio maestro Savall tuvo que aclarar la situación. Con su pausada voz explicó que la de Las Huelgas fue la primera música polifónica compuesta en el mundo —además compuesta en exclusiva por mujeres (las propias monjas del monasterio)— y que desde Burgos se extendió por toda Europa, contribuyendo a crear una de las bases más sólidas y perdurables de la cultura occidental.
