Enrique del Rivero 3 de junio, 2025 · 2 minutos
El municipio de Tubilla del Agua también forma parte del llamado Territorio Megalítico. Una amplia comarca que abarca los páramos, valles, hoces y cañones en torno a los ríos Ebro y Rudrón y que está sembrada de uno de los mayores conjuntos dolménicos de Europa. A continuación, te vamos a descubrir el más antiguo y el más moderno de estos míticos sepulcros colectivos.
Dolmen neolítico de Valdemuriel
El sepulcro megalítico de Valdemuriel se ubica en los altos y solitarios páramos de Tubilla del Agua. Una tipología de características más arcaicas y su datación cronológica lo convierte, con sus 5.745 años, en el primero y más antiguo de todo el Territorio Megalítico. Presenta un túmulo de forma troncocónica de más de un 1,5 metros de altura y casi 16 metros de diámetro y su cámara tiene forma de hexágono irregular. El pasillo tampoco responde a la tipología habitual de los corredores de otros dólmenes y sus paredes fueron construidas con losas apiladas. En su interior se localizó el más completo ajuar cerámico —realizado a mano— de la zona.
Túmulo campaniforme de El Virgazal
Al norte de Tablada del Rudrón y también en las parameras calizas que se alzan sobre las profundas hoces del Rudrón se descubre el túmulo campaniforme de El Virgazal. No responde a la tipología del resto de los monumentos megalíticos de la zona, sino que muestra una estructura circular central rodeada por un anillo de bloques de piedra que protegen una zanja en la que fue enterrado el cadáver de un importante personaje. Todo el conjunto estaba cubierto por un sencillo túmulo de tierra. Gracias al carbono 14 y al ajuar propio de la cultura del vaso campaniforme ha sido datado durante el Calcolítico y con sus 4.225 años es el enterramiento más reciente del Territorio Megalítico.
El Ulises de la prehistoria
Los restos y el ajuar del individuo inhumado en El Virgazal se han convertido en un referente para el estudio de la cultura del Vaso Campaniforme y las interacciones genéticas en Europa durante la segunda mitad del III milenio a.C. El hombre de Tablada, de unos cuarenta años y casi 1,80 m de altura, ha sido llamado fundador por los arqueólogos. Una especie de Ulises de la prehistoria que, por su ADN y sus adornos de oro y marfil, parece que procedía de las Islas Británicas.