29 de julio, 2021

Una de romanos en la Ribera del Duero

Enrique del Rivero

Enrique del Rivero 29 de julio, 2021 · 6 minutos

Triángulo monumental entre viñedos

Los romanos ya se dieron cuenta hace dos mil años de que este rincón burgalés de la Ribera del Duero tenía mucho futuro con el vino. Y fundaron la ciudad de Clunia Sulpicia, que puede presumir del teatro de mayor capacidad de toda Hispania. A un paso, rodeados de añosos viñedos, se alzan Peñaranda de Duero y el monasterio de La Vid, dos auténticos hitos monumentales de película.

A unos kilómetros del curso del río Duero y sobre una extensa meseta que preside el valle del Arandilla se descubren las ruinas de Clunia Sulpicia. Ni el paso del tiempo, ni los más intensos avatares históricos han conseguido desdibujar la importancia de esta ciudad romana que llegó a contar con cerca de 30.000 habitantes y que, incluso, acogió el nombramiento de Servio Sulpicio Galba como emperador. En agradecimiento el sucesor de Nerón la elevó a rango de colonia y le dio su nombre.

Miles de romanos

La visita de sus ruinas permite hacerse una idea cabal de lo que en su día fue un gran centro judicial, administrativo y religioso por el que pasaban muchas de las vías de comunicación de la región. Cuajada de grandes y numerosos edificios públicos, sus miles de habitantes pudieron disfrutar de un monumental foro, con forma de gran plaza rectangular porticada y situado en la intersección del cardo máximo y el decumanus, con su basílica judicial, su templo dedicado a Júpiter y su mercado, el macellum, con pequeñas tiendas independientes. Como cualquier ciudad de su categoría contaba con sus correspondientes baños públicos.

El mayor teatro de Hispania

El resto arquitectónico más llamativo de Clunia es su teatro. Emplazado en las afueras de la ciudad y medio excavado en una de las rocosas laderas del cerro, fue construido a principios del siglo I d. C. Con capacidad para 9.144 espectadores es el de mayor aforo de toda la Hispania romana y además de las representaciones teatrales su escenario fue testigo de luchas de gladiadores y combates entre fieras. En la actualidad y durante el verano sigue acogiendo, en sus rehabilitados graderíos, distintos festivales y espectáculos teatrales.

Una villa de cine

El siguiente vértice de este triángulo ribereño burgalés es Peñaranda de Duero. Una villa que cuenta con todos los alicientes para convertirse en un escenario de película. Dominada por un desafiante castillo, en su bien conservado ámbito urbano destaca su amplia plaza Ducal. Un armonioso escenario, presidido por un artístico rollo jurisdiccional, al que se abren los renacentistas palacio de Avellaneda y la excolegiata de Santa Ana.

Exposición Legados

Tras visitar el interior de estos lujosos edificios —en el palacio se puede visitar la interesante exposición Legados– que guardan la memoria de los condes de Miranda, poderosos señores del lugar, hay que seguir admirando todo el sabor de una arquitectura popular en la que son frecuentes las casas con soportales y entramados de madera rellenos de adobe.

Antigua Botica

Peñaranda de Duero también puede presumir de uno de los establecimientos farmacéuticos más antiguos de España: la botica de Ximeno. Inaugurada por Andrés Ximeno en 1685, sigue manteniendo su disposición original. En los anaqueles de la botica y la rebotica reposan más de 300 tarros de cerámica de Talavera y decenas de frascos de vidrio soplado que encierran en su interior los más extraños electuarios, bálsamos, drogas, ungüentos, aceites, triacas, aguas y emplastos. Un laboratorio, mezcla de claustro de alquimia y alcoba de bruja, y un pequeño jardín botánico completan esta joya de las farmacias barrocas.

Paseo entre viñedos

Para finalizar la ruta nada mejor que dirigirse hasta el cercano curso del río Duero. Una tranquila carretera, escoltada por varios de los viñedos más antiguos de la Denominación de Origen Ribera del Duero, permite enlazar con el monasterio de Santa María de La Vid. De repente y entre el frondoso bosque de ribera se descubre la inconfundible y elevada espadaña barroca que señala la ubicación exacta del monasterio de este cenobio fundado a mediados del siglo XII por canónigos premostratenses.

Joya renacentista en La Vid

La primitiva fábrica románica, levantada sobre el lugar de la milagrosa aparición de la imagen de la Virgen de La Vid, fue sustituida por elementos góticos y, sobre todo, por una magnífica cabecera renacentista que por si sola justifica la visita al lugar. De planta ochavada y cúpula sobre trompas está considerada como una de las joyas artísticas de la comarca. La recomendable visita guiada al monasterio, regentado en la actualidad por los agustinos, incluye también el claustro renacentista, con su sala capitular románica, y una biblioteca repleta de valiosos códices e incunables.

Muy cerca queda…

Coruña del Conde, localidad que a comienzos de la Edad Media recogió el testigo y el nombre de la ciudad romana de Clunia. Su estratégico castillo, que fue muy disputado por musulmanes y cristianos, sirvió de plataforma para el pionero de la aviación Diego Marín Aguilera, que en 1793 se lanzó desde una de sus torres montado en un artilugio volador de fabricación propia. También hay que admirar sus dos puentes romanos y la original iglesia románica del Santo Cristo.

FICHA PRÁCTICA

Cómo llegar

La ciudad romana de Clunia, lugar en el que se inicia este recorrido por el norte de la Ribera del Duero burgalesa, dista unos 100 kilómetros de la capital provincial. El mejor acceso a la zona se realiza a través de la A-1 y la localidad de Aranda de Duero. Desde allí las carreteras locales BU-925 y BU-923 permiten enlazar con Clunia, Peñaranda de Duero y La Vid.

Cuándo ir

Si la breve primavera mesetaria es una época ideal, por la suavidad del clima; el otoño, con la vendimia y los vistosos colores de los árboles, convierten el paisaje de la Ribera del Duero burgalesa en uno de los más atractivos lienzos de la naturaleza peninsular. El verano queda para los amantes de los festivales celebrados en el teatro romano de Clunia, organizados por la Diputación de Burgos (www.clunia.es).

Datos prácticos

La ciudad romana de Clunia (www.clunia.es), con su Aula de Interpretación Arqueológica, el teatro con más capacidad de Hispania y los mosaicos y restos de un gran número de edificios públicos y privados. En Peñaranda de Duero hay que visitar (información sobre las visitas guiadas en: www.peñarandadeduero.es y en la Oficina de Turismo: Tel.: 947 552 063) el interior del Palacio de Avellaneda ( 4 €, cierra los lunes) con su elegante patio renacentista y sus nobles salones cubiertos con artesonados mudéjares. Además de julio a octubre de 2021 se puede disfrutar de la exposición Legados organizada por la Cámara de Comercio de Burgos. También merecen una visita la renacentista excolegiata de Santa Ana (4 €, cierra los lunes), el castillo y su Centro de Interpretación (3 €, cierra los lunes), y la botica barroca de Ximeno (Tel.: 947 552 006, en días laborables, en horas de atención al público y según disponibilidad de la farmacéutica). El monasterio de La Vid cuenta con una interesante visita guiada (www.monasteriodelavid.org) en la que se descubren sus numerosos tesoros artísticos y culturales.

Comer y dormir

En la Ribera del Duero burgalesa se puede disfrutar de una excelente gastronomía marcada por dos productos estrella de fama mundial y que no hay que dejar e probar: el lechazo asado en horno de leña y los vinos amparados por la denominación de Origen Ribera del Duero. También es bastante amplia la oferta de establecimientos hosteleros repartidos por la zona.