Enrique del Rivero 13 de julio, 2021 · 4 minutos
Las cascadas también pueden ser para el verano. Por lo menos algunas de las que brotan en la Sierra de la Demanda burgalesa. Las más espectaculares son las de Altuzarra que se localizan en un escondido rincón de los espesos hayedos que cubren la vertiente septentrional del Pico San Millán, en Santa Cruz del Valle Urbión.
Los que no pueden resistirse a caminar por la naturaleza incluso en los días más calurosos del año tienen una buena alternativa en los frondosos y sombríos hayedos de Santa Cruz del Valle Urbión. A la salida de esta alargada localidad burgalesa emplazada a los pies del Pico San Millán, la montaña más alta de la provincia de Burgos, una pista en buen estado les permitirá llegar hasta el Área Recreativa de Zarcia.
Está comprobado que la temperatura en el interior de un hayedo es, por lo menos, cinco grados más baja que en el exterior. Y si, además, como es el caso, el sendero discurre en paralelo a un curso de aguas frías y cantarinas la sensación de frescor es mucho más gratificante cualquier calurosa jornada estival. Desde el refugio de Zarcia la señalizada ruta se encamina, tras cruzar el río Urbión, por una pista que en todo momento tiene al curso de agua a la izquierda.
Tras dejar atrás una pista a la derecha, por la que se regresará a la vuelta, y poco después del lugar de Tres Aguas, donde desembocan en el río Urbión los arroyos de Andurla y Abanza, nos tendremos que desviar por la señalizada senda que asciende hacia las cascadas. Prestando atención al trazado de la senda, que discurre entre los árboles y supera alguna zona rocosa, se alcanza el curso del arroyo de Altuzarra que es el que origina las cascadas.
En este punto el sendero se solapa en algunas ocasiones con el propio arroyo por lo que hay que tener cuidado para no resbalar en las humedecidas piedras. Las señales de madera nos indican la buena dirección e incluso la distancia que nos queda para cada una de las cascadas. En unos cien metros llegaremos hasta la primera de ellas.
Las tres cascadas, Chica, Media y Doble, forman unos espectaculares saltos en los que el agua se precipita desde lo alto de unas paredes rocosas tapizadas de un valioso conjunto de plantas uliginosas: las que crecen y prosperan en los terrenos muy húmedos. En las cascadas de Altuzarra, protegidas del calor por el denso hayedo, proliferan distintas especies de helechos: culantrillo del pozo, helecho afín, helecho aculeado, lonchite, culantrillo negro, ruda de muros, helecho norteño, culantrillo menor, doradilla, lengua de ciervo, culantrillo blanco, criptograma rizada, equiseto menor, cola de caballo, musguillo derecho, pie de lobo y polipodio común. En definitiva, un prodigioso y único tesoro botánico digno de protección ya que es el mejor lugar de la provincia de Burgos para contemplar tantas especies de helechos a la vez.
Desde el salto Chico quedan unos 600 metros de subida hasta el salto Medio y otros 200, también de ascenso, para llegar al conocido salto Doble. En las pozas que se forman en las caídas de las cascadas viven unos cuantos ejemplares de distintas especies de tritones —alpino, jaspeado y palmeado— y sobre las rocas y la vegetación no es raro contemplar alguna vistosa salamandra común. Desde este lugar hay que emprender el regreso por la senda que enfila, en un pronunciado descenso, hacia la Majada Garrula y que acaba en la pista que regresa hasta el punto de partida en el Área Recreativa Zarcia.
La ruta tiene una dificultad media por el desnivel y las zonas rocosas y húmedas que hay que atravesar. Es conveniente llevar un buen calzado de montaña y son imprescindibles unos bastones de senderismo. El recorrido circular tiene unos diez kilómetros y se deben calcular unas tres horas de marcha.
A Santa Cruz del Valle Urbión se llega desde Burgos por la carretera de Logroño, N-120, para, al llegar a Ibeas de Juarros, desviarse con dirección a Pradoluengo. A la salida del pueblo hay que tomar la pista forestal que finaliza en el Área Recreativa de Zarcia.