Enrique del Rivero 14 de julio, 2020 · 3 minutos
El pico Mencilla, con sus casi dos mil metros, es una de las cumbres de la Sierra de la Demanda burgalesa. Su personal silueta, modelada por la erosión glacial preside un boscoso paisaje de abedulares, hayedos y robledales.
Una serie de favorables condiciones edafológicos, de humedad y orientación hacen que los bosques que cubren buena parte de las laderas septentrionales del Pico Mencilla estén entre los más interesantes, variados y representativos de todo el entorno de la Sierra de la Demanda. La cliserie vegetal se inicia en el bosque de ribera que acompaña el discurrir del río Arlanzón. La principal especie que crece junto al todavía torrente de montaña es el abedul. Este árbol de corteza blanquecina tiene en esta zona los mejores bosquetes de toda la sierra burgalesa.
Al ir ganando altura la cliserie continúa con una estrecha franja de roble rebollo que enseguida deja paso a uno de los bosques de acebo más extensos y mejor conservados de toda Castilla y León. El acebo es un árbol o arbusto que no llega casi nunca a sobrepasar los 10 metros de altura. Sus hojas son muy rígidas y coriáceas, totalmente lampiñas y relucientes y su borde suele ser ondulado y provisto de dientes fuertemente espinosos. Presenta frutos carnosos, muy llamativos por su color rojo vivo. Especie protegida por su gran importancia ecológica, sirve de alimento y refugio durante el invierno a un gran número de aves y mamíferos.
Los acebos son pronto reemplazados por bosquecillos de roble albar entre los que ya aparecen las primeras hayas. Al alcanzar los 1.400 metros de altura aparece el hayedo que tapiza, a modo de orla, la ladera norte del Pico Mencilla. En algunas zonas el bosque se aclara y deja paso a un sotobosque en el que crecen escobas, brezos y helechos. Al llegar sobre los 1.800 metros de altura el bosque caducifolio es sustituido por la vegetación propia de las altas montañas ibéricas: comunidades de enebros rastreros, piornos serranos, pastizales y cevurnales.
La Sierra del Mencilla es una de las principales estructuras geológicas que conforman los relieves montañosos de la Sierra de la Demanda. Está constituida por un alargado anticlinal paleozoico, con cerca de 25 kilómetros de longitud, en el que se aprecian a simple vista las huellas dejadas por la erosión glaciar cuaternaria en su principal cumbre: el Pico Mencilla.
Desde Pineda de la Sierra parte un recorrido que permite visitar los variados bosques de las faldas del Mencilla. La ruta se inicia por el camino que cruza el río Arlanzón por un puente de piedra y alcanza la ermita del Santísimo Cristo. Desde este lugar hay que tomar el sendero que asciende a la búsqueda del refugio del Esteralvo y de la propia cima del Pico San Millán.
Desde Burgos es preciso seguir la carretera de Logroño, N-120, hasta alcanzar Ibeas de Juarros. Allí es necesario desviarse por la carretera que se dirige a Pradoluengo. Tras pasar por la presa de Úzquiza hay que volver a desviarse por la carretera que alcanza el lugar donde se inicia el paseo por la Sierra de Mencilla: el pueblo de Pineda de la Sierra.
Época recomendable: Otoño y primavera.
Dificultad: Media.
Distancia: 12 kilómetros.
Tiempo: Cinco horas.
Más información: www.sierradelademanda.com
