20 de mayo, 2021

Arqueta de Silos, fusión entre los artes califal y románico

Enrique del Rivero

Enrique del Rivero 20 de mayo, 2021 · 2 minutos

La arqueta relicario procedente del desamortizado monasterio de Santo Domingo de Silos sintetiza lo mejor de las artes decorativas de la Edad Media hispana. En ella se unen los refinados marfiles islámicos, con los ejemplos más antiguos de los esmaltes de la escuela silense. Esta equilibrada fusión entre los artes califal y románico se ha convertido en una de las joyas del Museo de Burgos.

Una arqueta de procedencia islámica

La arqueta, de estructura prismática y cubierta troncopiramidal tiene alma de madera recubierta por placas de marfil y esmalte. Las placas de marfil proceden de los talleres califales de Cuenca y fueron firmados, en 1026, por Muhammad ibn Zayan. A la vista de su decoración de atauriques, monstruos enfrentados, inscripciones cúficas y escenas de caza con peones y jinetes es fácil hacerse una idea de donde partía buena parte de la inspiración orientalizante que demostraron la mayoría de los maestros del románico claustro bajo de Silos.

Añadidos románicos

El en el siglo XII los monjes del prestigioso taller de esmaltes de Silos reconstruyeron la arqueta árabe para convertirla en un lujoso relicario. En la parte superior de su tapa colocaron una placa de cobre dorado y esmaltado, con técnica champlevé, en la que se representa un Agnus Dei, nimbado entre el Alfa y el Omega, flanqueado por dos aves afrontadas de largos cuellos de cisne. Es curiosa la colocación invertida de las letras Alfa y Omega que insinúa la posible raigambre islámica, donde la lectura se efectúa de derecha a izquierda, de algunos de los orfebres de Silos.

La primera representación de Santo Domingo de Silos

En uno de los lados de la joya eboraria se superpone otra placa rectangular de cobre sobredorado y esmaltado —en la gama de colores se observan verdes oscuros, distintos azules, blanco y rojo—, en cuyo centro se distingue la imagen de Santo Domingo, vestido con la cogulla monacal y portando un báculo. Dos ángeles de alas desplegadas completan la composición. Varias cenefas y tiras de cobre, también doradas y algunas esmaltadas refuerzan todos los lados y ángulos de esta arqueta en la que es muy posible que se guardaran las milagrosas reliquias de Santo Domingo de Silos.